Carta Abierta a Claudia Sheinbaum y a Clara Brugada

Las últimas determinaciones legales y legislativas tomadas en Campeche y Puebla, despiertan alarma para la práctica periodística.

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Por: Aquiles Baeza

Imagen: IA

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México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, así lo señalan informes de diversos organismos internacionales.

Incluso, este jueves, en “La Mañanera”, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a pregunta de un reportero sobre su opinión respecto las acciones emprendidas por la gobernadora de Campeche contra el periodista Jorge Luis González Valdez, del diario Tribuna de ese estado, al que un juez le ordenó el cierre total de su plataforma digital y el medio, además de que, prácticamente, se le prohibió el ejercicio del periodismo, porque a juicio de la gobernadora, las publicaciones de este comunicador incitaban al odio contra la Ejecutivo local, hecho que fue denunciado por organizaciones y periodistas de la entidad condenando la criminalización de la labor informativa mediante el uso del poder público.

A esta pregunta, la presidenta de México, de manera firme y contundente, respondió: “La prensa puede y debe criticar a los gobiernos sin enfrentar represalias judiciales”.

Y agregó: “Cualquier cosa que tenga que ver con la censura estamos en contra, que quede perfectamente claro”.

Ante ello, reconozco y aplaudo la postura democrática y de apertura de la presidenta Sheinbaum Pardo, lo cual espero que su posición se vea reflejada en los hechos.

Explico todo este contexto, porque en la Ciudad de México, para quien esto escribe y guardadas las proporciones, ocurren cosas semejantes.

En mi caso, por realizar mi labor profesional y ejercer mis derechos constitucionales, he sido sujeto de dos demandas, absolutamente improcedentes, por parte de la coordinadora del grupo parlamentario de Morena del Congreso capitalino.

Estas quejas las interpuso la legisladora por el hecho de haber publicado en esta columna, la incongruencia de que al ser una figura pública, que predica la austeridad republicana y la defensa de la educación pública, prefirió al Tec de Monterrey sobre la UNAM, al realizar el cambio de un familiar suyo de nuestra máxima casa de estudios a la más costosa universidad privada.

Conducta por demás cuestionable en la ética de una persona pública, que desde la tribuna pregona un discurso y en los hechos se conduce de manera totalmente contraria a lo que públicamente dice defender.

Eso, ni más ni menos, fue suficiente para que la morenista iniciara una abierta persecución y me demandara ante la Fiscalía General de Justicia y el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).

Así las cosas, la diputada decide convertirme en una víctima más de persecución y hostigamiento judicial en un país donde se acosa, se violenta y se asesina a los periodistas.

Quiero reiterar mi reconocimiento a la presidenta de México, por condenar la censura y defender la libertad de expresión; por lo demás, usted ciudadana jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, tiene la palabra: No permita que se transgreda la lucha histórica de la izquierda a favor del periodismo libre y la libertad de expresión.

*** Las opiniones vertidas en este texto son responsabilidad de sus autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de este medio.

**** Este texto se publicó originalmente en la sección "Maraña Capitalina" del portal, "Donceles, periodismo legislativo", el pasado miércoles 18 de junio.