Los Social Demócratas uruguayos ganan el poder, y se salen del ajedrez China vs. Estados Unidos.
Pablo Gabriel Santillán Torres Torija Fotos Cortesía
Ciudad de Mexico 26 de noviembre 2024. Luego de una cerrada elección, fue electo el Historiador y maestro Yamandu Orsi como presidente de Uruguay. Luego de una época de gran represión política, Uruguay ha construido con una gran civilidad un sistema político a diferencia de los demás países de América Latina que se distinguen por sus arrebatos populistas. Si bien el gobierno saliente se caracterizaba por sus ideas conservadoras el triunfo de los socialdemócratas no tuvo la violencia política que han tenido elecciones polémicas y agresivas como la que tuvo Argentina o Brasil ni mucho menos las acusaciones mutuas de vínculos con el Narcotráfico que presencio México. El profesionalismo y la inteligencia de los políticos uruguayos impero y crearon una nueva alternancia en el país Sudamericano.
El tema de la elección, presente en todas las elecciones recientes ha sido la inflación. Luego de la crisis de COVID la inflación ha persistido en todos los países del mundo produciendo inconformidad y cambios políticos. Argentina, Estados Unidos el Reino Unido y Chile son países que han cambiado a sus gobiernos molestos por los aumentos de precios en bienes y servicios. Este mal desempeño económico fue capitalizado por Orsi, quien fue respaldado por Jose Mujica y por una agenda moderada hacia la izquierda.
Las elecciones dentro del hemisferio han sido evaluadas casi como en el mundo polar que se vivía en los años setenta. La izquierda radical, encabezada por Cuba Nicaragua y Venezuela, seguidos por México, y una agenta profundamente estatista y una postura de la vieja escuela frente a los Estados Unidos. Junto a México pudiéramos ubicar más a la derecha a Brasil que por ser el país más grande de la región tiene su propio peso específico. Mas moderados Colombia y Chile con gobiernos de izquierda, pero con una postura menos aguerrida contra el imperialismo norteamericano.
Del otro lado esta Milei a la cabeza de un imaginario conservador, Bukele en El Salvador países que con sus posturas libertarias y radicales contra la delincuencia organizada están marcando una agenda de los que favorecen al libre mercado. En Latinoamérica, no hay nada que más identifique a la derecha que ser afín a los intereses de los Estados Unidos en el Imaginario Colectivo.
Para la izquierda militante una victoria de otro país de izquierda es una victoria tan importante en su identidad como lo fuera su propia victoria. Por lo que la mayoría de la prensa seguirá creando la idea de el bloque latinoamericano de izquierda donde a su creer Uruguay será ahora uno de los suyos y los porristas de la derecha se lamentaran por perder a uno mas en su equipo.
La verdad es que el ejemplo uruguayo es uno de los mejores para ver que ese análisis internacional que acostumbramos en el hemisferio es muy poco interesante. Si uno observa la postura uruguaya ha sido siempre algo mucho más inteligente que sus vecinos tan comprometidos ideológicamente con lo que piensan sus vecinos de ellos. Pepe Mujica mentor del presidente uruguayo ha sido un ejemplo. Sin traicionar a sus principios e izquierda los lideres uruguayos han sabido responder a las coyunturas que se les presentan. Jose Mujica pudo mantener su identidad de izquierda sin pelearse con ningún gobernante. Al contrario, pudo establecer su personalidad en el escenario internacional y mantener a raya a Venezuela o la influencia brasileña de quien es vecino.
En Latinoamérica ser de izquierda casi siempre implica someterse al liderazgo de los rusos y recientemente de los chinos. Ser de Derecha era ser un sirviente del Imperio Norteamericano. Paraguay está jugando afuera de ese tablero. De momento podemos ver que Orsi, califica a Venezuela como una Dictadura, que no tiene pensado distanciarse de sus vecinos, la Argentina de Miley y de Lula Da Silva que pretenden darle a su país la identidad socialdemócrata que le corresponde como miembro del Frente Amplio pero que es un país que no es un peón ni de Estados Unidos ni de los chinos en la agenda global. Uruguay solamente representa Uruguay.
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