"...esta manipulación estudiantil utiliza a universitarios como carne de cañón, en manifestaciones que las toman como simples expresiones, como si se tratara de un evento de moda, pero con el propósito de polarizar a la sociedad mexicana en torno al tema de la Reforma al Poder Judicial,..."
Por: Henry González / Foto: Especial.
Ciudad de México, lunes 9 septiembre 2024.- El mayor poder que tenemos como seres humanos es la capacidad de pensar, procesar y analizar, de ahí la importancia de utilizar estas capacidades para contrastar información con distintas fuentes, criticarlas, razonarlas, analizarlas, y de esta forma sacar conclusiones propias en cualquier ámbito y tema y con ello, evitar cualquier tipo de manipulación de pensamientos e ideologías que alguien o álguienes quiera imponer; manipulación que en múltiples ocasiones, maestros dirigen hacia los estudiantes, en especial de niveles superiores ya que consideran que son fácilmente influenciables por la confianza que impone su calidad de docente, experiencia, sabiduría en el tema de que se trate y su palabra vista como verdad absoluta es creída sin dudarlo ni analizarlo por los alumnos, cayendo en lo que podemos llamar manipulación estudiantil.
Es el caso que nos ocupa; esta manipulación estudiantil utiliza a universitarios como carne de cañón, en manifestaciones que las toman como simples expresiones, como si se tratara de un evento de moda, pero con el propósito de polarizar a la sociedad mexicana en torno al tema de la Reforma al Poder Judicial, sin tomar en cuenta que esta Reforma, que no han querido estudiar y comprender, responde a los intereses y decisiones del pueblo; por supuesto la mano detrás de la manipulación, tiene nombre, apellido y por supuesto motivos, su nombre; Diego Valadés Ríos, destacado Jurista y acérrimo detractor de la Reforma al Poder Judicial; motivo: Por ser un beneficiario de los privilegios de la clase política que la reforma busca eliminar.
Esta es la historia detrás del maniqueísmo estudiantil orquestado: Diego Valadez Ríos, es un destacado y brillante Jurista que a lo largo de su carrera profesional y política, ha venido desarrollando diversos cargos, como Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas e investigador emérito de la UNAM, Doctor honoris causa por siete instituciones internacionales; embajador de México en Guatemala, Procurador General de Justicia y en 1994, por órdenes del entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari, fue nombrado Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cargo del que fue removido por el Presidente sucesor Ernesto Zedillo Ponce, mediante su primera reforma constitucional en el Congreso de la Unión para la reestructuración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; reforma que entró en vigor el 31 de diciembre de 1994, 30 días después de haber tomado posesión de su cargo.
La Reforma de Zedillo se enfocó en nueve puntos clave; obligó a cerrar las actividades de la Suprema Corte por un mes, separó del cargo a todos los ministros y los redujo de 26 a 11, Creación del Consejo de la Judicatura, eliminación del cargo vitalicio para Limitar sus funciones a 15 años, entrega de un “haber por retiro”, además de Incorporar recursos como la controversia constitucional y acciones de inconstitucionalidad, edad mínima para ser ministro de 35 años cumplidos, Título profesional de Licenciado en Derecho con un mínimo 10 años de antigüedad, la terna de aspirantes sería enviada por el Presidente de la República, el Senado elige con dos terceras partes de votos y de no encontrar acuerdos, el Presidente designa de la terna de forma directa a los magistrados; durante el proceso Legislativo la Reforma fue considerada por integrantes del sistema judicial como un “golpe de Estado” a la Corte y para apaciguar a los 26 Ministros separados de su cargo, entre ellos, Diego Valadez Ríos, la reforma incluyo su Jubilación vitalicia e inmediata.
Y es en este punto preciso de donde está la raíz del descontento de Diego Valadez Ríos; el opositor y cerebro de la manipulación estudiantil contra la Reforma Judicial, a pesar de haber sido Magistrado por dedazo, del 31 de mayo de 1994 al 31 de diciembre de 1994; es decir 7 meses o sea 210 días, desde esa fecha hace 30 años a la actualidad ha venido recibiendo una pensión mensual de 286 mil pesos, más pago de chofer, ayudantes, gastos médicos mayores y 30 mil pesos extras para gastos; haciendo sumas ha obtenido en pensión vitalicia más de 70 millones más lo que se siga acumulando; un privilegio que al igual que los Ministros actuales se niega a perder y la única manera de evitarlo es frenando la Reforma al Poder Judicial impulsada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y su sucesora Claudia Sheinbaum Pardo que incluye reconstrucción de la Suprema Corte además de la reducción de 11 a 9 ministros, la eliminación del Consejo de la Judicatura Federal, para regirse vía un Tribunal de Justicia Judicial y el Tribunal de Administración Judicial, que los ministros, jueces y magistrados sean electos por voto popular; el privilegiado Jurista Diego Valadez Ríos, quien por cierto también goza de un sueldo extra como profesor emérito de la UNAM, ha permeado entre algunos sectores de la población estudiantil la idea de que estas reformas buscan concentrar el poder en la figura presidencial, manipulación estudiantil que no son más que patadas de ahogado para conservar privilegios, ya que pasan por alto que la reforma busca consolidar una verdadera democracia en el país, puesto que será el pueblo mexicano el que elija a los ministros, magistrados y jueces y con ello se fortalecerá la independencia de los juzgadores ya que su encargo se lo deberán al pueblo y no a designación presidencial o de otros intereses políticos.
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