El Día de la Samaritana es una costumbre peculiar y única en este lugar, donde se regala agua a la gente que camina y hace sus actividades cotidianas en las calles de la ciudad, pero a causa de la pandemia esta práctica tuvo que hacer una pausa obligada.
Texto, foto y video: Jorge Morales
Ciudad de México, viernes 25 marzo 2022.- Dice la liturgia cristiana, según el Apóstol Juan, que en algún momento Jesucristo pido agua de un pozo a una mujer samaritana para calmar su sed. En conmemoración a tal pasaje, cada cuarto viernes de Cuaresma, en Oaxaca se acostumbra obsequiar agua a todo el mundo.
El Día de la Samaritana es una costumbre peculiar y única en este lugar, donde se regala agua a la gente que camina y hace sus actividades cotidianas en las calles de la ciudad, pero a causa de la pandemia esta práctica tuvo que hacer una pausa obligada.
MagaHZine 16 platicó con Gonzalo Méndez Pérez y Lina Pérez Crespo, un par de amigos que participan de esta tradición y esto fue lo que nos compartieron
El día de hoy en Oaxaca se celebra un tradición única y muy peculiar, el Día de la Samaritana. Una tradición que consiste en regalar agua a la gente que transita las calles de la ciudad, haciendo alusión al pasaje Bíblico del libro del Apóstol Juan, en el que Jesús pidió agua para beber, de un pozo, a una mujer Samaritana.
Platicamos , a continuación la entrevista:
HZ16: ¿Cuánto tiempo llevan participando de esta tradición.?
Lina: Hace ya muchos años, yo estoy también en el Mercado (20 de Noviembre) solo que por pandemia se suspendió el año anterior, pero hoy estamos aquí de nuevo.
Gonzalo: Muchísimo, desde hace años con mi mamá, serán unos 35 años aproximadamente.
HZ16: ¿De que se trata esta tradición?
Lina: Pues es una tradición únicamente de Oaxaca, el 4to viernes de Cuaresma, se regala agua de sabores tradicionales en las casas, en los comercios, en los mercados, A cualquier persona que pase se le regala un vaso de agua con mucho gusto.
Gonzalo: Pues es una remembranza religiosa, de cuando la Samaritana le dio agua a Dios (Jesús). Y pues para mí el significado es darle de beber a las personas que tienen sed, esas es la principal finalidad, poder regalar un vaso de agua a las personas que van caminando bajo este clima de calor para amortiguar un poco su sed.
Los registros históricos del estado señalan que la tradición data del siglo XIX, cuando los templos de San Francisco y La Merced, iniciaron por iniciativa de los párrocos a regalar agua a los devotos que asistían a la misa que sucedía tres semanas antes del Viernes de Cuaresma.
Ya con la primavera en pleno y tras un prolongado confinamiento, para propios y extraños es reconfortante ver cómo volvemos a la normalidad con el regreso de estas tradiciones posteriores a una pandemia que nos mantuvo encerrados por casi dos años.
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