Cientos de familias acudieron a disfrutar de más de 40 conciertos en vivo, a la par de visitar la Expo Gastronómica y Artesanal para degustar productos como las “tlayudas”, pan de pueblo, quesos, miel, mole, “chapulines”, semillas, bebidas con base de maíz y cacao como el “chilate”, entre otras opciones.
Texto y fotos: Claudia Lugo, @Clau Lugo
Ciudad de México, lunes 23 de septiembre 2024.- Con una afluencia mayor a las 6 mil personas, concluyó la edición número 22 del festival Son para Milo. Una fiesta familiar de música tradicional mexicana realizada del 19 al 22 de septiembre en la alcaldía Gustavo A. Madero.
En dos escenarios consecutivos, desfilaron las bandas de música oaxaqueña, los tríos huastecos, los tamaulipecos, los soneros y marimbas que pusieron a “zapatear” a miles de capitalinos en la explanada de la GAM.
Este festival se realiza cada año en memoria del maestro Hermilo Rojas Aragón, benemérito de la Escuela Normal de Maestros, y va encontrando a su paso, nuevos públicos, cada vez más jóvenes, interesados en las manifestaciones de la cultura tradicional, el baile y las indumentarias indígenas.
Cientos de familias acudieron a disfrutar de más de 40 conciertos en vivo, a la par de visitar la Expo Gastronómica y Artesanal para degustar productos como las “tlayudas”, pan de pueblo, quesos, miel, mole, “chapulines”, semillas, bebidas con base de maíz y cacao como el “chilate”, entre otras opciones.
Ahí se encontraban también los artesanos, pintando a mano el barro blanco de Chiapas, tejiendo los sombreros de Guerrero, tocando los instrumentos prehispánicos de barro, portando la artesanía y bordados de Oaxaca, o desfilando los “quexquémitl” de Puebla.
En esta generosa oferta, se dejó testimonio, de la diversidad de accesorios que se resisten a desaparecer ante la amenaza de los productos importados y también se observó a una generación de familias, dispuestas a portar con orgullo, los colores de México.
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