• Una mirada desde las entrañas de la zona conflagrada.
• Desde 2014 hay conflicto armado, pero de baja intensidad. “Nadie creía que Rusia empezaría una guerra abierta”.
• Los edificios impiden ver los ataques pero no ocultan los estruendos y las luces de los estallidos nocturnos.
Gabriel Santillán / Foto: Cortesía. Mykola Maksimenko antes de la guerra.
Ciudad de México, miércoles 6 marzo 2022.- La invasión de Rusia a la Republica de Ucrania ha sido para quienes vivimos en este hemisferio una guerra primordialmente… informativa. Además de las agresiones armadas, las hostilidades también se manifiestan mediante las publicación de estadísticas, a través de concienzudos análisis geopolíticos que atacan a unos y a otros. En la guerra informativa también intervienen los internacionalistas con sus agudos señalamientos; todo un ejército noticioso distribuido en bandos que se atacan para poseer la razón.
Las guerras, en especial las modernas, no son de buenos contra malos. Sólo hay bandos vencedores y vencidos. Bajo este principio las grabadoras y plumas de magaHZine16 se trasladaron a Mykolaiv, uno de los puertos mas importantes en el mar negro, dónde vive Mykola Maksimenko, para presentar su testimonio in situ.
Mykola es un consultor en telecomunicaciones de 27 años que ha vivido toda su vida aquí. Hoy por hoy, su ciudad es la principal resistencia contra los rusos para llegar a Odesa, la metrópoli mas importante del sur de Ucrania.
Aquí la entrevista.
HZ16.-¿Cómo vivías antes de que se iniciara la invasión?
MM.- Se vivía relativamente en paz, si existía una especie de guerra desde el 2014. Todos los días nos enterábamos por las noticias de cuantos de nuestros soldados morían defendiendo las fronteras al este, pero las fuerzas rusas nunca usaban misiles o ataques aéreos contra la mayoría del país como ahora. Nadie creía que Rusia empezaría una guerra abierta contra Ucrania
HZ16.- ¿Cómo te diste cuenta que las cosas habían cambiado con la invasión?, ¿cuáles fueron las dificultades que enfrentaron, tú y tus seres queridos?
MM.-En mi caso fueron los víveres. El primer día de la guerra fui de compras con mi novia y estuvimos en una fila de una hora cuarenta minutos, formados para poder salir del supermercado. Después tuvimos que estar formados por más de una hora en un cajero automático. La mayoría de los cajeros estaban sin efectivo para las dos de la tarde, pero encontramos uno y sacamos nuestro dinero como todos los demás. Todos creíamos que el sistema bancario de Ucrania se caería una vez que fuéramos conquistados por los rusos. Ahora sabemos que ninguna de las dos cosas ha pasado. No hemos tenido suministro eléctrico durante dos días, pero llevamos 30 días de guerra. Siendo mi ciudad una ciudad grande, la compañía eléctrica ha hecho reparaciones tan pronto como puede.
HZ16.- Platícanos sobre la ayuda humanitaria que ha llegado a Mykolaiv.
MM.- Existe ayuda humanitaria, pero se ha priorizado a quienes realmente lo necesitan. Alimentos, medicinas, agua. También se le ha brindado ayuda a los que han perdido su trabajo debido a la guerra, empresarios que no fueron capaces de mantener sus negocios han sido sujetos de ayudas y compensaciones. Yo he mantenido mi empleo afortunadamente.
HZ16.- ¿Cuál es tu perspectiva de la postura que ha tomado la comunidad internacional ante el conflicto?
MM.- Me siento agradecido que los demás países le den la mano a Ucrania. Hemos recibido más apoyo de la comunidad internacional, como nunca. Literalmente ningún país fue obligado a ayudarnos y lo han hecho voluntariamente.
HZ16.- Al día de hoy las pláticas de paz no han funcionado. Desde la perspectiva de un ciudadano ucraniano, ¿cuáles son las diferencias que dificultan los acuerdos?
MM.- Las condiciones. Rusia quiere demasiado. Quiere que le entreguemos nuestras regiones del este, la Península de Crimea, deshacernos de nuestras armas, etcétera, pero ellos no están en posición de pedir eso. Después de 30 días de guerra no fueron capaces de llegar a ninguno de sus objetivos. Han tenido demasiadas derrotas y piden demasiado para ser el lado perdedor.
HZ16.- ¿Cuánto te costaría dejar el país?, ¿lo has considerado?
MM.- Lo pensé el primer día de la invasión. Pero ya no lo he hecho a pesar de que es gratis para mi, dado que mucha gente me ha ofrecido llevarme en auto hacia la Unión Europea. Actualmente a los hombres entre los 18 y 60 años, no nos está permitiendo cruzar la frontera.
Mykolai vive en un tercer piso, en un departamento, detalló que entre su ventana y el frente de batalla sólo existen dos kilómetros de distancia; por fortuna los edificios aledaños no permiten tener vista directa a la trinchera, pero a decir verdad, lo que menos se desea es ver la destrucción, el miedo paraliza a los locales en los rincones de sus casas, explicó Maksimenko a magaHZine16.
Los edificios vecinos ocultan imágenes horrendas pero no aíslan los estruendos destructivos de los misiles y los armamentos, tampoco ocultan las funestas luces nocturnas de los estallidos. Después de días de constante angustia, noche tras noche es casi imposible conciliar el sueño por los bombazos de tanques y los disparos.
El joven consultor vive presa del temor, no ha querido subir a la azotea para mirar las hostilidades con sus propios ojos, sólo hace falta una bala perdida para que todo termine, y en el último mes lo que ha sobrado en el cielo de Mykolaiv son balas, de todos tamaños.
Hasta el momento Mykolai no se ha ofrecido como voluntario para el ejército, a diferencia de otros de sus compatriotas, según han dado cuenta las pantallas de televisión. Él ha decido cuidar a sus seres queridos, alimentar a sus padres y hermanos, mantenerlos vivos.
Se estiman menos de mil cien civiles muertos a causa de la guerra, pese al conflicto armado la cifra es baja frente a otros escenarios como el mexicano, sin embargo, para el mundo civilizado no deja de ser una barbarie.
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