Un enorme abanico de actividades y sitios asombrosos se abre ante los ojos de chicos y grandes, en un fin de semana para enamorarse de esta gran capital.
Por: Carolina García / Fotos: Especial.
Ciudad de México, lunes 12 agosto 2024.- Las vacaciones de verano son las más esperadas por los chicos y grandes y un viaje en familia es perfecto para este 2024. No pensaremos en la playa sino en la capital del país dónde ni pequeños ni grandes tienen oportunidad de aburrirse; Ciudad de México ofrece tanto a cada paso que el tiempo parece acortarse, por lo que hemos preparado un itinerario justo para flechar los corazones de cada uno de los miembros del hogar creando experiencias mágicas y maravillosas.
Una vez instalados en un hotel cercano a la diversión, como lo es el Hotel Presidente Intercontinental -en Chapultepec Polanco- que no sólo alberga seis restaurantes para que los niños salgan ya bien desayunados antes del paseo, sino que además cuenta con una ludoteca secreta en la que los más pequeños pueden jugar entre paseos.
Bosque de Chapultepec, el imperdible
No hay forma de negociar la primera para del itinerario en familia es visitar uno de los bosques urbanos más grandes del mundo. Con sus 678 hectáreas es incluso más grande que el famoso Central Park de la ciudad de Nueva York, así es que tenemos que elegir que ver: Nos tendremos que dirigir a la primera sección de Chapultepec, para ahí poder admirar el Castillo imperial - de estilo barroco y neoclásico- que corona el frondoso verde del lugar. Lleno de lujo que caracteriza a la nobleza del siglo XIX, se pueden admirar las alcobas de la emperatriz Carlota y el emperador Maximiliano, así como sus salones de juegos y descanso con mobiliario de la época; así como escalinatas que llevan a salas habitadas por pinturas de grandes artistas mexicanos. Pero sin duda una de las cosas que más mueven las emociones es que es desde el alto balcón del castillo es posible disfrutar de ver las copas de los centenarios árboles, el lago en calma; se puede respirar la historia que sólo un lugar tan mágico como éste transmite a sus visitantes. Luego, toda la familia querrá dar un paseo en lancha sobre el lago, o quizá visitar el zoológico que alberga el parque.
Pequeño paseo, en un gran paseo…
La tarde ha caído y urge descansar porque mañana la aventura sigue, sin embargo, nada impide dar un paseo rápido en auto sobre una de las avenidas más aclamadas del planeta. La lindura de Paseo de la Reforma no excluye a la noche, los monumentos se encienden y también puede admirarse cómodamente desde el auto de regreso al hotel a Diana la Cazadora en su fuente o al maravilloso Ángel de la Independencia, emblema de la ciudad, se puede aprovechar para bajar y cenar en alguno de sus tantos restaurantes situados en pisos altos en los que hay vistas a las luces de las edificaciones de esa bella parte de la ciudad.
Templo Mayor una mirada al pasado
Es impensable visitar la Ciudad de México sin tomar la oportunidad de visitar su lleno de maravillas Centro Histórico, música de fondo: “Las Mañanitas”, “Adelita” y “Cielito lindo” tocado por los tradicionales organilleros. Se pisa por fin su gigantesco zócalo en el que se puede ver de cerca el edificio de Palacio Nacional, o bien admirar la belleza arquitectónica del recinto de Bellas Artes, se puede reservar para algún evento o tan sólo ver su teatro que a la 1 de la tarde es gratuito; enseguida caminar por su antigua alameda aledaña, la cual existe desde 1592, se encuentra también la catedral metropolitana – el más antiguo centro de catolicismo en América-y tantos edificios inundados de historia, se puede comer en el afamado Sanborns de los Azulejos, a donde la mirada vaya hay mucho para elegir. Pero si el tiempo apremia y la familia entera quiere dar un vuelco al gran México antiguo la opción es visitar la zona arqueológica de lo que algún día fue Tenochtitlan, capital del imperio mexica. El Templo Mayor y su museo ofrecen adentrarse a un mundo de misterio que no dejará inmóviles las emociones de ninguno.
Estamos frente a la ventana de lo que un día fueron templos imponentes, una ciudad entre lagos llena de cultura y dinámico comercio. El Templo Mayor era el principal de los santuarios de la gran Tenochtitlan, dedicado a Tláloc -dios de la lluvia- y Huitzilopochtli -dios de la guerra- En el museo se pueden ver miles de piezas, en ocho salas de exhibición, sobre todo dedicadas a los dioses mencionados. Entre ellas se pueden admirar algunas de las asombrosas ofrendas que los mexicas les presentaban en rituales y sacrificios, así como el que ya se ha hecho conocido en todo el mundo la escultura del árbol de la vida, representación de deidades, utensilios de labranza y objetos creados de manera increíble de distintas materias.
Para regresar de apoco del pasado solo se caminan unos pasos sobre la explanada, justo afuera de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, en donde el olor a copal y los penachos de colores de los danzantes atrae a propios y extraños, suenan las semillas de árbol de Ayoyote en las piernas de los ofrendantes, es la capital mexicana que rebosa de cultura y fascinación, los niños y los adultos regresarán a casa enamorados del pasado, enamorados de lo que es hoy la gran metrópoli. Una decisión en familia: un fin de semana no sólo para atesorar en los recuerdos, un fin de semana que se debe repetir de vuelta en la Ciudad de México.
Comments