El salvadoreño es un pueblo seriamente lastimado por la pobreza y el crimen, lo que ha motivado migraciones masivas; además ha padecido décadas de conflictos armados internos. Foto: Twitter:@PNCSV Presuntos pandilleros salvadoreños.
Enrique Serna
@esernamx
Vino a México porque su integridad y la de su familia se encuentra en riesgo en su país. Su persona, y quizá su vida, es como muchas, blanco de señalamientos ideológicos, de esos que buscan cualquier oportunidad para perpetrarse y se aprovechan de las atribuciones conferidas para perpetuarse, generalmente sostenidos con argumentos ambiguos y polarizantes.
Ya entrada la tarde, bajo el ponzoñoso sol que últimamente se han dejado sentir en la capital mexicana, Gerson Martínez y quien esto escribe, tuvimos la oportunidad de encontrarnos en una conocida cafebrería del centro-sur de la ciudad. Para entonces había pasado la hora de la comida, el momento fue propicio para una charla tranquila aunque breve, pero nutrida.
De nacionalidad salvadoreña, Gerson es contador público de profesión y dirigente político por convicción. Su trayectoria como activista le llevó a ocupar el Ministerio de Obras Públicas durante las presidencias de Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, entre 2009 y 2017, cuando renunció al cargo pues fue considerado como precandidato presidencial para las elecciones de 2019 por el Frente Farabundo Martí Para la Liberación Nacional (FMLN). Además, ocupó otros cargos administrativos y legislativos, y fue uno de los funcionarios mejor evaluados por la ciudadanía.
Pero la relevancia que reviste a la figura de Gerson Martínez rebasa los ámbitos político y administrativo para inscribirse en los anales de la diplomacia pacifista mundial; sus negociaciones entre el FMLN y el gobierno de su país derivaron en los Acuerdos de Chapultepec, lo que significó el fin de los conflictos internos que durante décadas mantuvieron a la centroamericana nación bajo la zozobra y el yugo de un régimen militar autoritario. Los acuerdos se firmaron en México el 16 de enero de 1992.
El salvadoreño, relató para magaHZine16, es un pueblo muy lastimado por varios años de guerrillas, que además tuvo que padecer quizá una de las dictaduras militares más crudas de la historia contemporánea, un tejido social desmembrado involuntariamente por la migración a la que se ven obligados, primero los hombres y luego familias enteras, una comunidad asediada por la delincuencia y la pobreza.
Para el exfuncionario sudamericano, las victorias conseguidas en Chapultepec pueden revertirse ante los ojos del mundo. El Salvador atraviesa, quizá, por otro periodo que amenaza el orden democrático y viola los Derechos Humanos, se han cerrado medios de expresión y manifestación de la ciudadanía, argumentó.
El FMLN, ya como partido oficialmente establecido, dirigió los caminos de aquel país durante una década, luego dio paso a la alternancia. Sostiene que las administraciones a las que perteneció nunca tuvieron la intención de establecer un régimen dictatorial, al contrario, su afán fue apuntalar la democracia, pues ello fundamenta las causas revolucionarias.
Pese al sopor de media tarde, el viento fresco que corría libremente por los amplios balcones ofrecía un confort inigualable. "Nosotros luchamos por continuar la edificación democrática, por supuesto que nosotros concebimos la democracia como económica, social, política, cultural e integral, que tiene que ir a la raíz de los problemas; aseguramos elecciones libres, absolutamente democráticas y en 2019 ya hay alternancia", indicó para los micrófonos de HZ16.
"Nosotros luchamos por continuar la edificación democrática, por supuesto que nosotros concebimos la democracia como económica, social, política, cultural e integral, que tiene que ir a la raíz de los problemas; aseguramos elecciones libres, absolutamente democráticas y en 2019 ya hay alternancia"
De afuera se filtraba una exquisita luz que preludiaba el ocaso, musicalizada por el viento, las hojas de los árboles, trinos de aves y autos que circulaban a baja velocidad sobre una calle que lleva el nombre del personaje cuya extremidad superior yace en un parque de San Ángel. Gersón hizo una pausa para llevar su mirada a las experiencias vividas, mientras, sin darse cuenta, involuntariamente estrechó su manos con firmeza para frotar sus dedos entre si. No pudo ocultar un ligero gesto de remembranza.
Tras un breve respiro liberó sus manos y apoyó la espalda en el respaldo. Se han desconocido los acuerdos de paz y prevalece la venganza política, sentenció decididamente.
Lamentó que se haya provocado un "descarrilamiento" de los Acuerdos de Chapultepec, que para él no sólo son un documento, sino un patrimonio para El Salvador y para 70 mil vidas salvadoreñas, "es un patrimonio, también, para la comunidad internacional, que fue absolutamente solidaria con El Salvador, después de la guerra de Vietnam", enfatizó al referirse al acontecimiento como la solidaridad internacional más grande y más organizada", pues en diversas partes del mundo hubo comités de apoyo a las causas salvadoreñas.
Todo ha dado un vuelco en retroceso, pero la realidad es tan compleja y los fenómenos obedecen a tantas causas como para entenderlo en una pequeña charla de café; dijo con hablar parsimonioso, tranquilo y elocuente; como aquel que confía en la certeza de sus argumentos y en la solidez de sus convicciones.
"El espacio-tiempo, no da para referir algunas facetas". Con esa anticipada reserva expuso que hay diferentes factores en la historia moderna salvadoreña, aunque algunos resultan decisivos.
La tecnología, ilustró, ha tomado un papel determinante. Aunque El Salvador no tiene grandes urbes como Río de Janeiro, Buenos Aires o la Ciudad de México, se le puede considerar una nación suburbanizada, lo que no necesariamente signifique que la población tenga acceso a una computadora, pero dada la constante migración, es común que la mayoría de las familias posea, al menos, un teléfono celular para comunicarse con sus seres queridos, “hasta la viejecita que vive en un caserío de Morazán, en la frontera más lejana, pues en la palma de su mano se comunica con sus parientes en los Estados Unidos, en la palma de su mano se informa, se desinforma o se deforma; y ahí toma muchas de las decisiones, y esas personas creen que todo lo que ven es cierto". De tal suerte, los medios de comunicación ya no lideran la opinión pública.
“Es posible que El Salvador pueda ser un vislumbre, un repunte de lo que está aconteciendo en el mundo en la era digital”. Pero no sólo en El Salvador, los fenómenos se han visto en otros sitios del continente, perfiló.
Una vez que llegó la alternancia en 2019, prosiguió, empezó un gobierno de facto que desconoció la Constitución y se apoderó militarmente del Parlamento, al puro estilo de los seguidores de Trump en el Capitolio estadounidense. También fue removido el Presidente del Congreso y se pretendió obligar a los diputados a autorizar un sobreendeudamiento.
Como correspondía, el Tribunal de lo Constitucional se pronunció al respecto para emitir un llamamiento, en el que dejó en claro que el cargo no implica la facultad de asaltar el órgano legislativo, y que no se pude utilizar a las Fuerzas Armadas de manera política. Recordó, en ese sentido, que durante la dictadura el poder político se concentraba precisamente en la milicia, lo que provocó abusos, pero con los acuerdos de paz se dio un paso en materia de Derechos Humanos, de revertirse ello, constituye un retroceso histórico y fundacional.
Consideró que el rompimiento del orden constitucional posibilitó que la esquizofrenia se instrumentara como política de Estado, lo que encendió las alarmas de la comunidad internacional, que mediante diversos estudios efectuados por instituciones de la sociedad civil, ha dado cuenta de violaciones a los Derechos Humanos, contra periodistas independientes y voces disidentes.
Hay tipos de dictaduras que no sólo surgen como una reedición de regímenes autoritarios pasados, sino que integran elementos neofascistas, “La esquizofrenia política ha sido elevada a política de gobierno, y esa esquizofrenia política se expresa en varias puntas de lanza”, expuso.
“La esquizofrenia política ha sido elevada a política de gobierno, y esa esquizofrenia política se expresa en varias puntas de lanza”
Una de esas puntas de lanza la denominó, “Matriz de odio cotidiano”, definida como una política agresiva constante, dirigida sobre las voces críticas del sistema, contra la oposición tanto política como civil y social. Uno de los principales blancos de ataque ha sido la prensa, en especial mujeres y periodistas independientes, recalcó.
El segundo "filón" de ataque es la ruptura del orden constitucional, del Estado de Derecho, de la corruptela de la judicatura, es decir la manipulación y uso de aparatos del Estado, tanto instituciones y Leyes, "para satisfacer objetivos tiranos y aniquilar voces críticas de los adversarios”.
El tercer eje, complementó, es la "nota patraña", que si bien es mentira logra colocarse en la intersubjetividad de la población y se considera cierta.
Acreditó que además del Estado de Excepción el país quizá atraviese también por uno de sus episodios más oscuros en lo que a libertad de expresión se refiere. Reveló una red de "bunkers", desde donde hackers o "agentes digitales", dedican sus jornadas laborales a asediar medios de comunicación, como El Faro, pionero de los medios digitales en toda América Latina, y casa editorial en la que colaboraría el periodista mexicano, Daniel Lizárraga, célebre en nuestro país por una investigación que ventiló la famosa "Casa Blanca" que implicó a la familia presidencial de Peña Nieto.
Sin embargo, Lizárraga tuvo que salir de ese país pues no se pudo acreditar su profesión como comunicador, lo que provocó la cancelación de una autorización que previamente se le había otorgado.
El transe de la charla fue interrumpido por una impertinente sirena de una ambulancia, o una patrulla; aprovechamos para asestar sendos sorbos a nuestras bebidas y como si estuviera planeado, ambos dejamos los vasos vacíos, si el lector disculpa el evidente lugar común.
Gersón daba muestras de querer incorporarse mientras concluía. Pese a todas las evidencias teme que no pase absolutamente nada para restablecer lo que defendió como logros de paz, debido a la propia situación que padecen las instituciones oficiales, de anquilosamiento. Sin embargo, llamó a la solidaridad internacional y de las nuevas generaciones, quienes deben tomar conciencia de las serias implicaciones sobre las libertades fundamentales que pueden generar las determinaciones oficiales.
Ya de pie y rumbo a la salida, afino la atención en sus pasos para bajar una escalera mientras enfatizó que el rompimiento del orden constitucional puede resultar muy caro, pues son evidentes las violaciones a los acuerdos suscritos, pero que son legitimados por decretos que los institucionalizan.
Se requiere la solidaridad internacional, reiteró lacónico antes de irse sin reparo, su figura no tardó en perderse entre el ajetreo de la demografía chilanga.
***Las expresiones expuestas son responsabilidad de su autor y no necesariamente reflejan la línea de este medio.
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