Pablo Gabriel Santillán Torres Torija / Foto: Fb: Tatiana Clouthier
En días recientes, la Titular de la dependencia de la secretaria de Economía en México, hizo pública su renuncia a su cargo. Este hecho fue de mucha relevancia, ya que en general el personaje de Tatiana Clouthier tenía simpatías de la mayoría de los actores políticos. Su padre, Manuel Clouthier, fue uno de los políticos más importantes en la oposición en los años ochenta, lo que ha dado a sus hijos una cualidad parecida a la realeza, siendo tratados como herederos de la lucha de su padre. Hecho que le permitió a Tatiana avalar la campaña de Andrés Manuel López Obrador y crecer su popularidad en las clases medias y entre los empresarios del país.
Muchos de sus rivales políticos, como el Canciller, Marcelo Ebrard, se han manifestado porque la dependencia dejara de existir y que fueran absorbidas sus funciones, los asuntos de comercio internacional, por su Relaciones Exteriores y el resto por Hacienda. Las funciones de la Secretaría son muy importantes, y comparando los gabinetes de todo el continente podemos ver que tienen dependencias similares, lo que nos pueden dar idea de su importancia en materia económica.
En Canadá, se tienen varios ministerios con la responsabilidad de fomentar la actividad económica, cada ministerio con una responsabilidad territorial especifica. Estados Unidos tuvo un departamento similar en el Valle del Tennessee. Los canadienses tienen otra dependencia que regula su comercio. Son cargos de poca controversia política, ya que asignan presupuestos a actividades con miras de largo plazo, por lo que sus equipos son muy especializados. Algo parecido ocurre con el Departamento de comercio de Estados Unidos que tiene poca influencia en los acontecimientos políticos del país, pero que su presencia es activa en todo el mundo al establecer practicas de comercio que afectan al mercado internacional en su conjunto. La agenda comercial y las políticas de fomento tecnológico de Estados Unidos han sido las más exitosas de cualquier dependencia en el mundo, en por lo menos, los últimos cincuenta años.
Las dependencias centro americanas, tienen más una carga orientada hacia la promoción de industrias y a mediar entre los intereses internacionales con respecto al país. Casi siempre tienen a su cargo a economistas prestigiados o a ex directivos de empresas trasnacionales con reconocida solvencia moral. Ocurre lo mismo en Chile que tiene a su cargo regular la industria Minera. El ministerio chileno tiene a su cargo también el fomento del Turismo. Los brasileños y argentinos tienen una mención aparte, ya que estos ministerios y sus funciones han merecido cambios y reformas en sus funciones a veces manejando solamente las funciones comerciales, y en ocasiones absorbiendo el fomento de la industria y las finanzas nacionales.
México siempre ha tenido en esta cartera presupuestos importantes, aunque la Secretaría de Economía actualmente manifiesta un raquitismo alarmante. La dependencia fue llamada de Fomento a principios del siglo veinte y poco a poco creció a Comercio y Fomento, contando cada vez con más presupuesto y atribuciones. La tutela de los sectores financieros de fomento del gobierno, NAFINSA, Bancomext, por ejemplo, estuvieron a cargo de la Secretaría, en ese tiempo, de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI). Llegada la crisis de la deuda en México estas dependencias empezaron a tener a la Secretaría de Hacienda como cabeza de sector y se le dejaron las tres funciones; la relación con los empresarios, la regulación y normatividad empresarial y el comercio exterior. Aún así la Secretaría tuvo una relevancia en la administración pública, siendo crucial en la negociación de los Pactos para detener la inflación de los ochentas y noventas, y sobre todo como una dependencia de alta especialidad que negoció favorablemente más de 24 tratados comerciales. Los exsecretarios mexicanos han sido fuertes competidores para dirigir la Organización Mundial de Comercio por su buen desempeño y su solidez técnica.
Actualmente la actividad regulatoria más importante en el sector privado se expide por la misma dirección general que controla y publica la Norma Oficial Mexicana. Aunque se ha distinguido por la laxitud en su implementación, es el referente para establecer criterios normativos en la producción de bienes y servicios.
Otro de los aspectos regulatorios que tiene la dependencia es la Ley Federal de Competencia Económica, que pone en manos de la COFECE la regulación que previene las prácticas monopólicas. Si bien México no prohíbe la existencia de monopolios, las prácticas en que las empresas abusan de su poder de mercado son sancionadas. Esta política sería de extrema importancia para un gobierno como el actual que tiene entre sus pendientes promover la igualdad y combatir la pobreza. La herramienta más importante para lidiar con los intereses económicos del país es, sin duda, la COFECE. Aunque en nuestro país no se sepa ni siquiera quien es el encargado de la dependencia.
El estado que guarda la Secretaría de Economía en la actualidad es un síntoma de la relación del Estado con el empresariado. El presente gobierno se ha abocado a la concentración de poder político, en prejuicio de la representación social y sobre todo con la intención de disminuir la capacidad de influencia de los empresarios. El presupuesto de la dependencia es una fracción del que tuvo los gobiernos anteriores. Por lo que podemos decir que la política comercial y el fomento industrial no son prioritarios. Pienso que, sin duda, el desempeño de Clouthier como Secretaria fue de los más desafortunados en la historia de la dependencia. El presupuesto que le tocó para 2022 fue 40 por ciento menor al que recibió en 2018. Problema que han tenido todas las Secretarías. Aunque también es un hecho que, en su tiempo, Tatiana Clouthier fue la ministra de economía menos preparada en todo el continente. La única que fue nombrada por una relación de amistad y no por capacidad. Ante las adversidades que tiene anunciadas la economía del país, parece prudente reclutar a un mejor funcionario.
Ante el oscuro escenario y los retos que tiene que procesar, parece que se viene un cambio importante que puede salvar el futuro de la dependencia. El presidente, López Obrador, ha designado como nueva titular a su funcionaria más eficaz y de mayor confianza. El contexto de tener que atender la polémica de defender la política energética actual con los firmantes del Tratado de Libre Comercio no es muy bueno. Pero quizás, esperemos, que la doctora Raquel Buen Rostro tenga el apoyo para resucitar a la dependencia. El desarrollo económico de nuestro país depende de que entregue buenos resultados pronto.
La Maestra Clouthier dejó entre sus pendientes:
La posible cancelación del Tratado de Libre Comercio con los principales socios comerciales de México.
La peor inflación en los últimos cuarenta años.
El mayor cierre de empresas desde la crisis de 1995.
La peor relación entre empresarios y gobierno desde los años setenta.
Es de reconocer que nada de estos fracasos, opaque lo emotivo de su salida al grado de que la prensa ha sido omisa con los detalles de su desempeño. Se discute más sobre el abrazo que no corresponde el presidente que por cualquiera de los problemas de los que la norteña salió corriendo. A un funcionario se le relaciona por sus resultados o por su falta de ellos. Quizá y desde el principio no esperaban mucho de ella. Pero México necesita con urgencia una dependencia fuerte que pueda darle el dinamismo necesario para tener la esperanza de crecer al menos un punto porcentual en lo que nos resta de todo el sexenio.
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